La Vuelta Teques 15k. 11-sept-2021.

Hoy supe que la circunferencia del Lago de Tequesquitengo mide 11 kilómetros (sin entrar a las pequeñas bahías de las casas). Es muy diferente ver el lago desde la orilla que desde el agua. Me gustó mucho conocer toda la circunferencia del lago, desde el agua. Fue una gozada.

El evento La Vuelta Teques que organiza Alida Davis de KOA triatlón es un reto (no una competencia) para solamente 20 participantes, con dos distancias: 11 y 15k. Tuve la fortuna de que Alida me envió una invitación hace algunas semanas y de haber “logrado” asistir. Digo logrado porque el viernes fue un día muy pesado para mi por diferentes cosas y se me complicó ir. Pensaba llegar a las 6 pm. a la junta previa pero que acabé llegando a las 11 de la noche apenas para dormir y despertar a las 5:30 porque la cita era a las 6 A.M.

Independientemente de este pequeño contratiempo que a fin de cuentas no tuvo mayor repercusión, disfruté mucho el nado y verdaderamente lo recomiendo a cualquier persona que esté interesada en nadar largas distancias para que lo contemple como una buena opción.

Desde hace tres años lo hacen en el fin de semana cercano al 15 de septiembre. ¡Es un festejo de la independencia!

No es un evento pretencioso, en realidad es algo sencillo y más bien se siente que está hecho con cariño y con ganas de brindar esa opción de nado de larga distancia.

Cuando termine de nadar, platiqué un ratito con Alida y me dijo que le han sugerido agregar distancias más cortas para que pueda invitar a más gente. Me dijo que su intención realmente es que sea un evento de largas distancias y que prefiere sea eso, para pocas personas. Me parece una muy buena idea porque no hay muchos y es una excelente opción cerca de la ciudad de México y en un lugar de verdad muy bonito.

El nado empezó a las siete de la mañana. Una alarma nos marcó el momento en que nos podíamos aventar el agua. Todos con boya porque es parte de los requisitos, por seguridad. Cada nadador tiene su kayak. Entre las seis y las siete de la mañana nos preparamos y cada quien conoció a su kayakista y le dio su abastecimiento y le explicó cómo lo toma. Así conocí Eduardo, quien me acompañaría durante el nado.

Cuándo saltamos al agua, empezamos a nadar buscando orden para encontrar al kayak que nos acompañaría. Después de unos minutos nos empezamos a organizar y empezó cada quien a nadar a su paso.

El plan que hice con Coco Villegas es que dividiría el nado en 3 partes. Nadaría los primeros 5 km estirando y cuidando el estilo. Después los siguientes cinco aceleraría el paso. Y los últimos cinco según como me sintiera trataría de mantener el paso del la segunda parte o incluso más fuerte.

La primera y segunda parte salieron muy bien , acorde al plan. Por ahí de los kilómetros 3 a 5 estábamos tres nadadores muy cerca, yo veía a alguien con una boya naranja y otra verde. No sabía quienes eran, pero veía que avanzábamos a un paso muy similar.

Es raro que el GPS del Garmin funcione bien, creo que en este ocasión cumplió y casi marco la distancia correcta. Yo normalmente calculo que nadaré a 3 km/h por lo tanto los 5 kilómetros los cumpliría por ahí de los 100 minutos.

Quién diría que precisamente a las 1:40 hrs. llegué a los 5 km y entonces aceleré. Me sentí muy bien durante más o menos 2 kms. y dejé a las boyas naranja y verde unos cuantos metros atrás.

Por ahí del kilómetro siete sé que baje un poco el paso otra vez. Trate de no llegar al ritmo de la primera parte pero creo qué la segunda parte de los segundos 5 km fue muy parecida en paso a la primera.

Estuve muy atento al reloj porque Eduardo no me avisaba cuando se cumplían los 30 minutos para tomar abastecimiento. Entonces estaba muy consciente de que terminé la segunda parte de 5 km ya estaba muy cerca de volver a pasar por donde empezamos a nadar, los 11 km.

En algún momento por ahí del kilómetro 6 le pregunté cuántas personas había delante. Me dijo que había tres nadadores bastante más adelante y uno relativamente cerca. Aunque este nado no es una competencia, sino un reto, me pregunté si podría alcanzar al cuarto nadador. Yo estaba en la posición cinco.

Por más que subí el paso durante la segunda tercera parte, alcanzaba a ver su boya a una distancia muy similar todo el tiempo. Quizás me acerque un poco, pero nunca lo alcancé.

En algún momento antes de llegar al kilómetro 11, me dijo Eduardo que la guardia costera, qué pasó en una lancha varias veces y que hablaba con ellos, le confirmo que estábamos en quinta posición. Juzgando la distancia que había entre quién iba delante de nosotros y quien iba atrás, supuse que ya no había mucho que hacer y que, salvo que sucediera algo extraordinario, esas posiciones se mantendrían hasta el final. Así fue.

Varios minutos después pasamos por el mismo punto donde empezamos. Eduardo no sabía que teníamos que hacer para completar los 15 km. Entonces nos detuvimos un poco para preguntar y nos dijeron que teníamos que seguir recto 2 km y luego volver.

Alida con un megáfono estaba echando porras y me gritaba “Muy bien Carlos, muy bien. Sigue adelante ya falta poco.” ¡Gracias Alida! Que buen ánimo le imprimes al evento.

Y así seguimos derecho por 2 km. Cómo suele suceder, esos 2 km fueron los más largos de todo el nado. A mi siempre me pasa que el final se me hace largo. Como que quisiera avanzar más rápido.

Hoy que estuve tan conciente del reloj me di cuenta que en estos momentos doy unas cuantas brazadas y quisiera ver que ya hubiera avanzado 200 m. pero no es así. Nadar 200 m requiere bastantes brazadas y varios minutos.

Obviamente no cambia el tiempo ni la distancia, no es diferente que en la alberca. Si en un largo de alberca de 25 m hago como entre 18 y 20 brazadas, y si normalmente nado a alrededor de 55 brazadas por minuto, es sólo una cuestión mental la de sentir qué debería haber avanzado más que lo que realmente avanzado.

No sé si algún día logre superar esa sensación. Por ahora el final siempre se me hace largo. Así que hoy, después de 13 km, los últimos dos los sentí -una vez más- casi eternos.

Recuerdo muy bien la sensación en el Canal de Catalina cuando ya veía la costa tan cerca que pensaba que ya estaba a unos 15-30 minutos de llegar. Pero en realidad faltaban tres abastecimientos más, o sea más de una hora y media.

En todos los lados largos que he hecho, descubrir esa verdad, de cuando ya estás cerca pero sientes que estás más cerca, es un poco un golpe duro. Es algo que me gustaría trabajar para disminuir esa sensación de desesperación al final.

Quizás como lo estoy escribiendo suena muy dramático, no lo es tanto. Pero si es un tema que me gustaría mejorar. Sin embargo en este nado, tengo esa conciencia muy viva porque estuve muy atento al reloj: a la distancia y al tiempo.

En resumen: me encantó el nado, me sentí bien, me recordó lo mucho que me gustan los lados de largas distancias y me recordó también que aún tengo mucho por mejorar. También lo recomiendo mucho cualquier persona interesada en aguas abiertas y nados maratónicos.

¡Ah, claro! Y ahora ya sabemos tu y yo que el lago de Tequesquitengo tiene 11 km de circunferencia 🤣

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