Algunas personas me han preguntado si no es aburrido nadar muchas horas. Siempre he dicho que no.
Hoy descubrí porque puede ser aburrido… muy aburrido.
La serie de hoy estuvo sencilla. Es un descenso para el nado largo y en agua muy fría el sábado. No marcaba tiempos ni ritmos, solo distancias. Además el total era de solo 3,000 metros. Estuvo fácil, hasta acabé antes del tiempo estimado, decia 1:20 y lo termine en 1 hr. Leí varias veces la rutina para asegurarme que la estuviera haciendo bien.
Hace poco, Marianna me dijo y enseñó a llevar la cuenta del tiempo y por lo tanto el paso, viendo cada vuelta el reloj de paso. También me dijo que no entendía como la gente no se concentaba en nadar contando cuidadosamente las brazadas en cada vuelta. En su momento me hizo sentido y me di cuenta que ese es su éxito, nada de forma totalmente técnica. Nada muy bien y siempre es medallista en los masters de natación. Me dijo algo que he escuchado antes, que nadar es como el golf.
Nade muy técnico, contando cuantas brazadas daba en cada vuelta, viendo el reloj y calculando el tiempo por vuelta. Muy concentrado en lo que hacía… y me aburri!
Creo que hay una gran diferencia entre los nadadores de alberca y los de aguas abiertas. Muy probablemente los de alberca busquen ser más técnicos y eficientes (y ahora que lo pienso, los de aguas abiertas también) pero a mi lo que me gusta de nadar es la libertad que da. Me gusta dejar ir la mente, me gusta a donde te llevan los pensamientos o poder dejar la mente en blanco, me gusta como fluyes con el agua… Puedes soñar, recordar, pensar en la familia o en el trabajo, en los seres queridos o en los amigos, pensar en mi o en ti; puedes arreglar el mundo mientras nadas y hasta resolver tu vida o el mundo entero. Entre mas largo el nado, entre mas horas, mas pensamientos pasan por la mente. Lo bueno es que muchas veces cuando terminas ya se te olvidó todo lomque pensaste y entonces puedes volver a nadar al día siguiente.
Eso es lo que me gusta. Es como meditar mientras haces ejercicio.