5-Enero-2015. Estrenando banda Swim Garmin

 

Hoy estrené uno de mis regalos de navidad: ¡una banda HR que sirve en el agua!

¿Que es una banda HR? Son las que se colocan en el pecho y transmiten el ritmo cardiaco a los relojes deportivos como el Garmin 920 que uso. No existía una opción de Garmin y no podía medir el ritmo cardiaco cuando nado. ¡Ahora ya puedo!

No pretendo hacer un análisis de la banda, para conocer más, sugiero leer estos reviews en inglés o en español.

Como puedes ver en la imagen, ahora puedo ver claramente segmentos del entrenamiento, saber que promedié 153 bpm y que mi máximo fue 171 bpm. También, que estuve 27% del tiempo en Z5 y 28% en Z4. Por lo tanto estuve más de la mitad del tiempo haciendo un ejercicio intenso. Bastante alto, por cierto. Quizás si hubiera visto esto mientras nadaba le hubiera bajado un poco; pero no puedo verlo mientras nado.

La primera sorpresa que me llevé es que no transmite los datos al reloj en tiempo real. Las bandas que se usan fuera del agua si. Esta graba el ritmo cardiaco y al terminar y estar fuera del agua lo transmite al reloj. Me enteré que la transmisión de datos por Bluetooth o ANT+ no funciona bajo el agua pues las señales solo viajan unos cuantos centímetros antes de perderse. Por lo tanto las bandas que había solo sirven fuera del agua: para correr, andar en bici o en cualquier otra actividad «seca». Ahora que existe la banda Swim  podemos conocer los datos del ritmo cardiaco una vez que terminamos. Esto quiere decir que no puedo modificar la intensidad de esfuerzo en base a lo que registra la banda porque no se ve en tiempo real; sirve para analizarlo después, una vez que terminaste. Parte de la idea de poder medir la frecuencia cardiaca durante el ejercicio es poder entrenar dentro de ciertas zonas y así aprovechar lo más posible el esfuerzo (alto o bajo según el plan); me temo que esta parte no se puede. Seguiremos contando las pulsaciones con el dedo en la nuca al terminar las series.

Usar una banda nunca ha sido cómodo. Ni dentro ni fuera del agua. Aunque tiene unas gomas en el interior que ayudan a que se resbale menos, aún así hace cierta resistencia, sobre todo al empujarse después de la vuelta de campana. Siento como se voltea un poco con la fuerza del agua y se regresa. Aunque se mantiene en su lugar varias vueltas, hay que acomodarla de vez en cuando.

Sea como sea, ¡es una maravilla poder conocer el ritmo cardiaco al entrenar! Nunca antes había visto datos del esfuerzo que hago nadando. Del de hoy veo, por ejemplo, que los 3,500 metros nadados tuvieron un «efecto de entrenamiento» de 4.6. Esto quiere decir que según la escala Training Effect de Garmin, incrementé mi estado físico de forma importante.

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